Llegué al yoga en 2009, de manos de un amigo que me llevó a una sesión de Ashtanga estilo Mysore para ayudarme con los conflictos derivados de la auto-exigencia que por aquel tiempo sufría. El estrés al que estaba sometida había desembocado en problemas en mi sistema digestivo que generaron una gastritis crónica.
Las herramientas que me proporcionó la práctica de Ashtanga me ayudaron a ser consciente de los patrones limitantes a los que mi mente se había enganchado, y se podría decir que algo dentro de mi hizo las paces porque todo comenzó a mejorar y sigue mejorando! 🙏 En la práctica de Ashtanga llegamos a una introspección muy profunda al trabajar la concentración en silencio, conectados al ritmo de la respiración, y eso me ayudó a identificar y poder disolver la máscara de dureza que me había impuesto. Desde entonces mi fervor empezó a crecer y mi práctica aumentó a seis días a la semana como marca la tradición.
Todas las temporadas viajo junto a mi guía y maestro al Instituto de Investigación de Ashtanga Yoga (KPJAYI) en Mysore, India 🇮🇳, lo que me mantiene en continuo reciclaje ♻️
Esta es mi elección de vida y quiero compartirla 🤗
CLASES
Ashtanga | Martes | 6:00 – 8:00 & 18:00 – 20:30
Govinda 